jueves, 9 de octubre de 2008

Reseña de "De Ahora En Mas" en elbondi.com



Okmonicks es un grupo porteño de punk que comenzó su historia en 2001 cuando Mariano Zunino (voz/bajo) y Gastón Urquía (guitarra) se juntaron con un baterista para tocar y dar rienda suelta a su pasión por bandas como Ramones, Bad Religion, Descendents y NOFX. El deseo de evolucionar hacia un sonido más elaborado y melódico los llevó a incorporar a Roberto Cioffi (guitarra/voz) y después de algunos cambios finalmente quedó a cargo de los parches Ezequiel, que se incorporó en 2006, cuando este álbum, “De ahora en más” (2006, OK Records) ya había sido grabado.

La primer experiencia en disco fue con Melodías repetidas (2003), un extended play en CDR, y desde ese año hasta la actualidad el cuarteto participó en varios compilados entre los que se cuentan, entre otros, “Un Nuevo comienzo” (2006) y “A real cool time – Tributo a Ramones” (2006, Mala Difusión). En este último, el cuarteto incluyó su acelerada versión de “She talks to rainbows”, tema publicado por el grupo neoyorkino en la placa “¡Adiós Amigos!” (1995).

En el original, Joey Ramone canta con voz grave y hasta indiferente sobre una chica que habla con los mares, los árboles y los arco iris pero ignora al protagonista de la canción, que está enloquecido por ella. Los Okmonicks lo convirtieron en machaque punk veloz y un poco de hardcore para sostener la voz aguda de Zunino e incluir un rápido solo de guitarra que desemboca en la única parte del cover que recuerda al original.

Hay varios temas en el disco que hacen la diferencia: “Mirando hacia atrás” arranca con un rasguido de guitarra sin distorsión, un ataque de batería y la voz que clama presurosa “me encontró la infiel mañana, pensando que era un juego al que ya sabía jugar, sorteando las cadenas que me atan a la realidad”. Son dos minutos que condensan preocupación juvenil, climas rítmicos y sonoros diferentes, solo de viola personal y breve progresión de acordes desesperanzada, todo esto amalgamado logra una canción con pasta de hit.

“Decepción” es un punk pop más tranquilo con guitarras de distorsión amable, coros melódicos y una letra sobre un amor que al irse dejó ahogo y confusión. Es interesante el intermedio con riff de guitarra que circula de un lado a otro de los parlantes repetidamente mientras los platillos y el bajo marcan el pulso para volver a ese joven que finalmente se consuela pensando que al otro le tocó la peor parte.

“Atrapado en el pasado” cobra vida con un arpegio de bajo límpido, riffs como sirenas y machaque heroico que antes de dar fin a la canción con cierta furia dan paso a la distorsión y el acople flotantes sobre los que se suceden la melodía de bajo solitario y dos guitarras paralelas: una arpegiada y delicada en el canal izquierdo, otra que va ganando terreno por el lado derecho generando la tensión necesaria para un nuevo ataque.

También se distinguen la marcha ágil de “Miedos” –mención aparte para los armónicos de viola y el efecto de stop de máquina-, el lento y percusivo comienzo de “Sueños” y las guitarras expansivas del comienzo de “Un día más”.

En las 13 canciones del disco, Okmonicks aprovecha las afiladas distorsiones de sus guitarras, que no desdeñan otros efectos y varían sus ritmos aferrándose confiadas a la base rítmica no apta para cardíacos y a la vez capaz de crear climas y pasajes reposados. Sobre esta ajustada conexión instrumental se mueve ágilmente una voz clara y convincente que no deja lugar a fisuras.

En las líricas no molesta el lenguaje directo y literal, aunque tienta imaginar más vuelo poético para próximos trabajos.

Los tres minutos promedio por tema, el trabajo melódico y la distorsión bien trabajada y la buena voz que ya tienen, más el abandono de algunas formulas estilísticas y riesgo artístico postularían al cuarteto como una opción válida para la escena punk emergente con posibilidades de crecimiento sólido y proyección en el tiempo.



Periodista: Fernando "Chatarra" Fauszleger

No hay comentarios: